Mención a su obra POEMA DE OLVIDO
Mil poemas por la Paz de Colombia
Estimado Alexánder Buitrago Bolívar, me es grato informarle que el jurado calificador del V Concurso Internacional "Mil Poemas por la Paz de Colombia", concedió Mención a su obra POEMA DE OLVIDO.
Lo felicito sinceramente y agradezco su contribución con este anhelo de todo un país. En próximos días estaré haciéndole llegar su respectivo diploma.
Lo felicito sinceramente y agradezco su contribución con este anhelo de todo un país. En próximos días estaré haciéndole llegar su respectivo diploma.
Cordialmente,
Carlos Gerardo Orjuela Betancourt.
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Poema
de olvido
Recuerdo
mis olvidos.
Mi
infancia como un largo invierno.
Yo
espero bajo los aleros entusiastas
y
fríos,
a
orillas de estas páginas
blandas por el frío,
la
lluvia que rompe mis zapatos
y
la noche en la que viajo peregrino.
*
Esta
mañana de aguacero musical
en
que a manotadas cavo en los recuerdos,
remuevo
capas de olvido,
hallo
poemas, faros, tareas aplazadas,
regaños
por llegar tarde al invierno
o
por lloverme demasiado,
esta
mañana de silbos destruidos por la lluvia,
inviernos,
bibliotecas rotas dentro de tu cuerpo,
hay
que morder el denso volumen de tu cuerpo,
la
punta endurecida de tus pezones erguidos como agujas,
lamer
la profunda estalactita rosada entre tus piernas,
extraer
a besos los olvidos incrustados como espinas en tus piernas,
soltar
las aves que llevo dentro para que ardan mis palabras,
bajo
la luz
de
esta calle imaginaria
de
lento murmullo ahogado
que
llamo lluvia voz adentro
o
viento abajo acá dentro de mí,
esta
mañana de aguacero musical
hay
que escribir ahoras callados en la lluvia,
oír
las flores inclinadas dentro del violín del viento,
ser
aire de tu orilla
y
poblar tu pensativo azul de tigres o de olvidos
-que es lo mismo.
*
Yo
escribo en los cuadernos destruidos
mis
aullidos,
activo
y
desactivo el mecanismo del olvido
y
lavo este renglón de barro
de
adolorida hierba que creció en combate,
los
abrojos de las ensangrentadas ruinas,
y
beso cuerpo adentro
hasta
tus árboles volcados dentro
no
tus antiguas bibliotecas
ardiendo
aún bajo los bombardeos,
no
las palabras abandonadas
como
estatuas al crepúsculo
sino
tu inmortalidad de número
o
de olvido,
mía
bajo la lluvia,