jueves, 23 de octubre de 2014

Revista Puesto de Combate No. 80





Milcíades Arévalo (milciadesarevalo@gmail.com)


8/7/2014


To: Alex B


milciadesarevalo@gmail.com

Alex, he leído los poemas que me enviaste con bastante asombro y eso me alegra mucho por ti y desde ya te considero poeta, que espero tengas mejores oportunidades en los días por venir. So, me gustaron tus poemas y no deja de asombrarme, pero debo decir, que cuando te oí leer tus poemas, desde ese momento sentí que tenías un mundo que era solamente el tuyo. Te felicito y espero que sigas escribiendo con mucha pasión, con mucha fe en que todo te saldrá cada día mejor. Voy a publicarte en  mi revista, en PUESTO DE COMBATE.  Es posible que se demore uno o dos meses, pero la revista tiene que salir por sobre toas las cosas y espero que cuando esta salga, la pueda compartir contigo. Yo también soy de Zipaquirá. Estuve viviendo toda mi infancia en  Pilastras, La Fuente, Tocancipa, Chiquinquirá y Bogotá. Después me fui a recorrer el mundo y leido  muchos libros. Y amo mucho todo lo que hago. Cordial saludo. 



https://docs.google.com/file/d/0B-ABjQmYGMXbeGF6RkU0bWFvc3c/preview

martes, 26 de agosto de 2014

LA CARRERA

 



Para Elias Buitrago Bolívar


Corro profundos renglones de torpe viento agrio.
He respirado noches pedregosas preparando mi equipaje de lluvia.
Mis fatigas quizás para la orilla turbia.
Corro mientras apresuro la tarde,
mientras los calambres suben
y bebo los recuerdos que más olvido: mi silencio espeso.
Mira mis pies de luz profunda.
Por ejemplo, este susurro entre las cáscaras lluviosas.
Corre, precipítate como la brisa,
como un recuerdo que muere al terminar la carrera.


sábado, 26 de julio de 2014

LA CASA DEL ABUELO


Me deleito con recuerdos
sazonados con exacto olvido
y bebo el delicioso silbo de los árboles
Si hasta escucho dentro de la casa
las crayolas que gimen
los espejos que tiemblan
el balón pensativo frente a espectadores invisibles
mi padre bajo su sombrero de niebla
Sus armas dentro del cajón del aire
Y la sopa caliente de mi madre
Mi madre
Ella que tuerce y estira
como una gotera las palabras
en este patio musical
donde resplandecen los duraznos
madurados por el sol
mientras el sombrero del abuelo
descansa grisáceo en el maizal
Mi madre tiznada de doloroso olvido marino
El gallo de mi padre peleará este domingo
Y mi hermana en los corredores siquiátricos
escuchando el lenguaje incomprensible del agua
entre las ramas de la noche
que abrazan el aire contra las ventanas
Y el abuelo que mira la cometa de papel
que persiguió en el azul
incomprensible
a las nubes
y que mantuvo en equilibrio la balanza del aire
El abuelo
cuyas manos de trigo
abrieron caminos anegadizos
para reses tristes
y sembraron semillas oscuras
para que floreciera en el campo el azul   
Hecho de la energía
de las raíces de las sílabas
por donde suben mis recuerdos
tallo arriba
Sin detenerme dentro del poema
Sin esperar que migren
los pájaros de mis manos  
o que llueva
en la zona seminal de mi apellido
mientras hundo mis ojos marinos
bajo el caprichoso olvido.



XIV CONCURSO DE POESIA EDUARDO CARRRANZA FERNÁNDEZ

Fotos aquí: 

sábado, 22 de marzo de 2014

EL TRIUNFO DE LA MUERTE


Para José Asunción Silva


Cuando empiezo a escribir siento dentro de mí la extraña sensación de caer en un abismo sin que nada ni nadie me detenga. De pronto, me acerco a la hoja en blanco. A veces también estoy en blanco. Solo cuento en ese momento con mi imaginación porque los demás elementos indispensables aún no se disponen a ayudarme. Acercarme al papel en blanco, aparentemente vacío, es como observar el precipicio desde el borde, en toda su nada y su todo. 

Decido caer, me lanzo sin gritar ni arañar el aire, dejando de lado mis preocupaciones y alegre de que no haya final, feliz por escribir. Y trazo mi primera línea. Voy cayendo, irremediablemente; nunca soñé un final mejor para mi vida que arrojarme al agujero negro de la hoja y no terminar de caer nunca. Esa es la escritura que me define y que todos los días me convoca a la muerte; puede que al terminar de caer al final de este texto sobreviva al impacto.

Escribo y caigo, no señalo culpables ni implicados en este asesinato. Es mi suicidio. Soy mi propio verdugo. Es perfecto. Y en el aire voy desintegrándome, voy convirtiéndome en arena. Desaparece una mano, un brazo, mis piernas ya no existen...mi voz reúne todo lo que soy y no puede desaparecer; sé que los que se atrevan a mirar esta página, podrán observar el abismo, mi cuerpo convertido en arena; oirán mi voz en cada ángulo mientras deciden si se lanzan o no a ese mismo destino.

Este es mi destino cada vez que escribo y muchos lo saben. Sin pretender ser otro, asumiendo mi condición natural de hombre finito que puede degradarse en el acto y del que puede quedar un poco de polvo. Soy polvo. Mira los libros. Sí, los libros. Son hechos de cadáveres. No soy el único. Otros antes que yo han decidido entre el abismo o la locura. Y seguramente vendrán más y más (hombres y mujeres) detrás de mí para morir en el intento. 

Sé que aunque muchos me acompañan, la soledad sigue siendo demasiado larga y se parece a la noche; algún día encontraré el reposo en estos abismos que pueden guardar en el fondo bibliotecas que no existieron, bibliotecas imaginarias que azarosamente busco y no hallo. Así "morir es vivir", le oí una vez al sabio oriental, mi maestro, quien también decidió morir voluntariamente. Hablaba de resurgir como un árbol en un bosque cercano. 

Ojalá yo, no resucite, no resurja ni emerja de lo insondable y siempre siga cayendo...    
       

domingo, 16 de marzo de 2014

ANOCHECERES


Libro Antología I Concurso de Poesía "Por Amor a la Poesía"

Domingo 16 de marzo de 2014 

Estimado/a poeta/isa:


¡Enhorabuena! por haber sido seleccionado/a y aparecer por ello en el Libro Antología del I Concurso de Poesía "Por amor a la Poesía"


Por si desease adquirir algún ejemplar, le adjuntamos la ficha de reserva. En el momento que nos la envíe a este mismo email o al de siempre, letrasconarte@live.com, junto con el justificante de pago procederemos al envío del ejemplar/es que haya comprado.

El envío se realiza el día 21 del presente mes . Para España el tiempo de entrega es de de cinco días. Europa, ocho días, otros países doce días, en todos los casos nos referimos a días laborales. 
Un atento saludo.

Poema seleccionado: 



                                                                Anocheceres



                                                               De mis anocheceres quedan

                                                                          Palabras que sangran

                                                                          La humedad distante y

                                                               la sal bajo la lluvia
                                                               Y como si debiera olvidar
                                                               hablo de tu ahora
                                                               Profundo como la noche
                                                               Inmenso como el silencio

viernes, 17 de enero de 2014

ESTAS PALABRAS SON SUSPIROS

Estas palabras son suspiros
que olvidó el mar en tu boca.
Estas palabras aumentan su volumen de lluvia
si escribo ventiscas                            
y tacho relámpagos.
Estas palabras deben guiarte hacia mis ojos
y hacia las silencias calles
que mi voz habita
con solo llenar de pájaros sus sílabas,
con solo lamer estas metáforas…
Y si tu sonrisa es dulce
o si tu caricia es suave,
me basta para andar por el nocturno sueño.

Poema publicado por la revista LA LITERATURA DEL ARTE

Pág. 72

jueves, 16 de enero de 2014

EL CARNAVAL DE MI PUEBLO




Bailan en la noche con sus endemoniadas máscaras
hechas de cóncavas noches alrededor del fuego y
de las risas de la chicha –sagrado licor, ambrosía
de los fecundos dioses que poblaron la tierra-.
Todo celebra la bacanal de los cuerpos en fiesta:
Los niños bailan disfrazados de esqueletos
y en filas renacen de la loca cópula de la muerte.
Los adultos se visten de húmedas hojas de plátano
y purifican sus almas bajo la luz de la luna.
Las mujeres se untan su secreta mezcla de rocíos amargos
(diarios sudores fríos que saben a mango)
y un poco de tiempo sobre sus apolíneos senos.
Los viejos insisten ser niños.
Y todos cantan llorando riendo danzantes              
al ritmo del tambor haitiano que añora su raza…
Ese tambor que convoca serpientes, aves y lluvias,
provoca inundaciones y
nos avisa cuándo llegará la muerte,
ese tambor de carnaval que es el alma de mi pueblo…