Ahora, treinta y siete años después, a mis setenta y tres años, mi salud perfecta no obstante mi rictus deformado por una cierta mueca de sarcasmo cuando llueve, vestido de riguroso desasosiego, bebedor insaciable de miradas taciturnas, dueño de mi tranquilidad de nido en reposo, pleno de abrazos; señalo en la balanza de mis años los abismos que debo a mis amigos, y la luz vertical de los árboles que soy. Y aunque sólo de olvido me recuerde, aún me sacio de las mieles silvestres de la soledad dentro de mí y lamo la leche cenital de Afroditas poco cuerdas; cómplice del asedio, del asalto al olvido en la mitad de la noche, noctámbulo en esta página, noctívago de presunción, ceniza o sed que asecha de tumbo en tumbo, y con bastón de ciego, tantea las orillas del mundo.
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Nació en Zipaquirá el 24 de noviembre de 1977. Participó en los colectivos literarios Fundación Siembra, Zaguán de Poesía y Los Impresentables. Es Hermano de la Salle. Publicó el poemario Estación del fuego en 2007. Ha obtenido varios reconocimientos literarios: Primer puesto en el II concurso “La memoria de nuestros pueblos”: Homenaje a los estudiantes caídos en soledad" (2013); mención en el IX concurso Bonaventuriano de Cali (2013); mención en el XXVI concurso de Poesía y Cuento de la Universidad Externado de Colombia (2013), segundo puesto en el XII concurso de poesía Eduardo Carranza (año 2014) y mención de honor en el XII Concurso Bonaventuriano de Cali (2016). Ha publicado artículos y poemas en varias revistas literarias. Colaboró como columnista en la revista digital Vórtice (2015).