sábado, 28 de noviembre de 2015

Poema del vino



Que el poema sea añejo
al beberse en copas de silbos
o en el cuenco de las manos,
que su aroma de vino suba
y crezca su delirio embriagador
entre las venas y hacia el corazón.
Que el poema se beba de una página
y se brinde entre renglones tachonados
y su licor alegre mi saludable ausencia.
No pido otras esencias para bebérmelas.
Yo vierto este poema en botellas de papel
para conservar la soledad del dulce líquido,
su aroma maderable a distancia,
su estatura de invierno reciente,
su volumen de ola ebria de luz,
su cuerpo nocturno vestido de luciérnagas,
su voz (sin silbos ni murmullos) sin orillas.
Ven y léelo de un sorbo, sin suspiración,
así, en esta copa
o renglón
que contiene versos aromáticos
de lluviosa espuma
hacia la oscuridad de la garganta,
así, sin reguero de versos
cuando se descorcha el poema.

1 comentario:

  1. Empezo en una servilleta ❤❤❤ q poema, q palabras senti q lo decias justo en mi oido

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Nació en Zipaquirá el 24 de noviembre de 1977. Participó en los colectivos literarios Fundación Siembra, Zaguán de Poesía y Los Impresentables. Es Hermano de la Salle. Publicó el poemario Estación del fuego en 2007. Ha obtenido varios reconocimientos literarios: Primer puesto en el II concurso “La memoria de nuestros pueblos”: Homenaje a los estudiantes caídos en soledad" (2013); mención en el IX concurso Bonaventuriano de Cali (2013); mención en el XXVI concurso de Poesía y Cuento de la Universidad Externado de Colombia (2013), segundo puesto en el XII concurso de poesía Eduardo Carranza (año 2014) y mención de honor en el XII Concurso Bonaventuriano de Cali (2016). Ha publicado artículos y poemas en varias revistas literarias. Colaboró como columnista en la revista digital Vórtice (2015).