Llego a tu puerta
con mi viejo traje remendado por los pájaros.
Traigo el abecedario del viento
que gira su rueda en esta charca.
Y antes de irme
te devuelvo tiempo,
los meses, el olvido y mis años lluviosos,
mientras mis brazos revuelven el aire
donde trituro la endurecida noche de piedra.