"La noche tiene sed de mis ahoras"
Como un labriego cavo en mis recuerdos.
Poco acostumbrado a desenterrar campanas,
llego a las palabras
para cantar en su interior rocoso.
Su oscuridad alumbro inútilmente.
Se ha quebrado mi lámpara
contra la piedra
donde alguien dibujó silencios.
Son figuras grabadas por el tiempo.
Líneas diluídas, círculos solares,
lanzas clavadas en algún lugar remoto.
Bajo mis pies aun hay sangre huyendo.
Yo borro los quejidos con las brisas.
Y avanzo por entre las palabras
siguiendo las bandadas migratorias
de los astros en el cielo.
Mi labor es escribir olvidos.